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Orígenes del señorío de Montemayor

Tras la conquista del reino de Córdoba por la corona castellana se produce un proceso repoblador marcado por relaciones de dominación feudal. En este contexto surge una casta guerrera, procedente de la caballería y pequeños linajes de Castilla y de León que verán recompensados sus servicios de armas en la frontera con tierras y poder, siendo el germen de grandes propiedades señoriales que proyectarán su poder tanto en el ámbito rural como en el urbano.

Dos destacados caballeros que acompañaron al rey Fernando III «el Santo» en su conquista del valle del Guadalquivir fueron Nuño Fernández de Témez y Domingo Muñoz, llamado «el Adalid», quien recibió la merced real de Incorporar a su apellido la ciudad de Córdoba. Ambos linajes se afianzaron en tierras cordobesas y se unieron mediante el enlace de sus hijos Fernán Núñez de Témez y Leonor Muñoz. Fernán Núñez de Témez se distinguió en las guerras y servicios de frontera por lo que Fernando III le concedió los castillos de Dos Hermanas y Abencález, lugar este último que «pobló de christianos y le puso su nombre».

Escudo de armas del linaje de los Fernández de Córdoba

La unión física de ambos linajes se produjo en la persona de Alfonso Fernández de Córdoba, señor de Dos Hermanas y de Cañete de las Torres, que sirvió a cuatro monarcas y ostentó el cargo de Adelantado Mayor de la Frontera durante el primer cuarto del siglo XIV. A su muerte se produjo la primera desagregación del linaje, al legar una parte de su herencia a su primogénito Fernán, que daría lugar a la Casa de Aguilar, y otra a su hijo Martín, al cual correspondió el de Dos Hermanas.

El tiempo de Martín Alfonso de Córdoba y Montemayor (1327-1349) al frente del señorío supuso un cambio trascendental para la historia de nuestro municipio. Al igual que sus antecesores Martín Alfonso, apodado «el Bueno», se distinguió en las acciones militares del periodo, sirviendo principalmente al monarca Alfonso XI, en un momento en el que Castilla se enfrentaba con dureza a las armas conjuntas del emir nazari de Granada y del poder merini del norte de África. Era una época en que las aceifas y los Intentos de conquistar plazas fronterizas eran habituales lo que, unido a que la fortaleza de Dos Hermanas no reunía buenas condiciones defensivas naturales, propició que Martin solicitase merced a Alfonso XI para trasladar la población a un «monte mayor». Ese traslado, que comenzó en 1340, dió lugar al actual núcleo urbano de Montemayor, que se asentó sobre las vetustas ruinas de Ulia. Con ello, el señorío pasó a denominarse de Montemayor.

Políptico de la Virgen de la Leche (ca. 1368-1390). Museo Diocesano de Córdoba. Alfonso Fernández de Montemayor aparece vestido de rojo y arrodillado a los pies de la Virgen María, luciendo la banda dorada que le acredita como caballero de la Orden de la Banda. Frente a él y también postrada en la oración está su esposa Juana Martínez de Leiva.
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